Este es el caso de dos lugares o monumentos que se encuentran en el ayuntamiento de Val do Dubra.
El primero de ellos es A Pedra do Home ubicada en Portomouro, se encuentra en lo alto de un monte a orillas del río Tambre. El monumento megalítico consta hoy en día de tres sarcófagos, aunque antes de que fueran dinamitados en los años 50 había unos doce. Las lápidas se encuentran hoy en día en el museo do Pobo Galego, junto con monedas, joyas y cerámicas encontradas en los sarcófagos.
Este monumento también recibe el nombre de "Pedra dos Mouros" por los lugareños, haciendo referencia a los seres legendarios. Los morros eran seres que habitaban en el subsuelo a los cuales se les atribuía la construcción de los castros. En una Galicia muy influenciada por la iglesia, los mouros eran seres paganos, no bautizados.
El segundo es el puente romano construido sobre el río Tambre. La leyenda de este puente aparece relacionada con la del Apóstol Santiago, quien después de escapar de Duio, fue perseguido por los romanos. Durante la persecución, al alcanzar el puente, este se derrumba separando así a los santos de los paganos.
Independientemente de la leyenda, el puente de Portomouro fue un viaducto de suma importancia. Esta afirmación se ve corroborada por el hecho de que la Diputación destinó dinero en su reparación en 1841.
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